Hoy en día, la respuesta de la gente es casi generalizada, “En las cárceles no hay nada bueno”, obviamente suavizando mucho lo que realmente dicen las personas. Y hasta cierto punto tienen razón, en las prisiones no hay gente que esté por buenos, sino porque, en su mayoría, cometieron delitos que son castigados por la justicia con la privación de la libertad. Pero, estás personas ¿Tienen opción de cambio?, o mejor dicho ¿Tienen la oportunidad para cambiar?, quizá desde la perspectiva del gobierno si, a través de las pocas oportunidades de resocialización, pero la realidad es que la verdadera transformación de sus vidas no depende de las buenas políticas que el gobierno o el sistema judicial les de, sino de conocer a aquel que como ellos también fue un prisionero, también vivió la angustia de estar privado de la libertad y ser condenado,. Jesús comprende mucho mas de lo que creemos la realidad de las prisiones, la realidad de ser juzgado y condenado no solo por la justicia, sino por toda una sociedad. Por eso él fue enfático con sus oyentes, “Porque… estuve en la cárcel, y me visitaron” (Mateo 35-36). No existe mayor proceso de transformación en la vida de una persona que la que puede generar Jesús a través de su Santo Espíritu, pero para eso necesitamos mas hombres y mujeres que estén determinados a obedecer a Dios e ir y hacer discípulos, aún en las prisiones.
1 comentario en “Visitando a Jesús en las Prisiones”
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La necesidad de orar por obreros para la Mies es una responsabilidad mía y que en el seno de la iglesia se juntan esas responsabilidades para que seamos un ejército que sale a combatir.