SATURA LIBERTAD – FRENTE DE COMBATE

 

Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará… dijo Jesús. Hay algunos líderes en nuestras iglesias, (no en todas) que están más preocupados por su espiritualidad que por rescatar hombres y mujeres del fuego eterno. Predicas elocuentes y plataformas adornadas muy elegantemente, muy llamativas y aceptadas en general, para un público ávido de buenas noticias para su propio bienestar. Pero estos Líderes no están al frente de combate que es donde Jesús quiere que estén junto con la iglesia;  solamente se dedican a trabajar por la vida que perece, por los panes y los peces, y no por la Vida Eterna que permanece, la cual solamente el Evangelio de Cristo da.

Satura Naciones apoya a todas las iglesias  que estén dispuestas a hacer algo por Cristo, que se ocupen de los Asuntos del Reino y no únicamente de las cosas de la Tierra.

Leía por estos días, que de cada diez mil personas que viven en los alrededores de una iglesia, cuatro mueren cada semana. Si de estas diez mil personas sólo se salvan una o dos personas por mes, entonces no se puede decir que los resultados sean satisfactorios. La necesidad de proclamar el Evangelio es tan evidente y cada día más crítico, sin embargo, los afanes de este mundo junto con el enemigo se ingenian ardides para ocultar esa necesidad.

Ahí aparece nuestro amado Hijo de Paz (hombre o mujer), esa figura central de nuestro movimiento Satura Naciones, a través de la cual se llega a la comunidad que vive en los alrededores de la Iglesia, para que no sean uno o dos los que se salven, sino que no quede ni uno solo sin escuchar, comprender y responder al evangelio de Jesucristo.

Satura, como una fuerza disponible, una herramienta para la iglesia, al servicio de Pastores y Líderes, para llevar a la acción los mandamientos de Nuestro Señor Jesucristo.

Morir haciendo algo por Cristo es el propósito de Satura, Cristo es glorificado, cuando la gente se salva.

Carlos Yomayusa M.

Satura Colombia

Bogotá.