“Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” dijo Jesús. Muchas veces en nuestro ministerio nos echamos unas cargas que nos agobian, nos cansan hasta que nos debilitan y nos dejan sin sentido. Debemos tener claro cuáles son las cargas que nos corresponden y las que no. Hay cargas que son impuestas por Dios para el éxito del ministerio, pero nos advierte que no las debemos llevar solos, sino que las llevemos con Él. Debemos echar sobre el Señor la carga que Él nos ha dado. Si emprendemos un trabajo para Dios, pero perdemos el contacto con Él, el sentido de responsabilidad se convertirá en un peso abrumador. El yugo es una herramienta usada para aligerar la carga y siempre es llevado entre dos. Muchos obreros que se disponen a servir a Dios con mucha valentía e ímpetu, pero sin ninguna comunión íntima con Jesucristo, pronto se sienten vencidos. El hecho de que no saben qué hacer con la carga, les produce cansancio en sus vidas. Echemos sobre Cristo nuestra carga. En nuestro ministerio de Satura Colombia, nos sentimos a veces agobiados y cansados, sin saber qué hacer con tantas cosas que se requiere. Pero, de manera consciente, necesitamos poner el otro extremo sobre los hombros de Dios. “Y la soberanía reposará sobre sus hombros”. Encomendemos a Cristo lo que Él nos ha dado; no arrojemos la carga a un lado, sino echémosle sobre Él y nosotros con ella también. Así veremos que se vuelve liviana porque nos sabremos acompañados. Pero nunca tratemos de separarnos de nuestra carga.
Carlos Yomayusa Monroy
Satura Colombia
Bogotá