La palabra facilitador, viene del latín fácile que significa “hacerlo fácil”, por lo tanto, un facilitador siempre debe lograr que los objetivos de un grupo sean posibles a través de una metodología adecuada, un facilitador logra que todo proceso sea más fácil.
Por lo general, en el primer coaching que realizamos con los plantadores después del primer nivel; les preguntamos: ¿Qué retos o desafíos se les han presentado, realizando las tareas?, Pregunta a la que muchos responden con un silencio sinuoso.
Ser Facilitador nos enfrenta a retos continuos en nuestra misión, desde hacer una llamada, hasta ir a la localidad o comunidades donde muchas veces no sabemos con qué nos vamos a encontrar, puesto que Dios tiene esas maneras especiales de sorprendernos en la marcha. Para algunos que no conocen nuestra Misión, quizás les parezca insignificante, pero sabemos que es por Dios y en Dios que vamos a extender el Reino. No hay labor más loable, “que poner su vida por otros” y esto es lo que hace un facilitador; quien, ante todo, debe primeramente humillar su corazón a Dios y escuchar su voz. Un facilitador, es un instrumento que no solo da una capacitación, es un siervo que debe mantener su esperanza extendida para no desfallecer en medio de los NO que los pastores e iglesias locales dan como respuesta, para no desanimarse en los momentos en que ve como sus esfuerzos quedan en nada al llegar la programación anual, para seguir adelante colocando toda la fe en Jesús.
Un facilitador también tiene retos en cada área de su vida, pero lo agradable de esto es que los desafíos que encuentra le ayudan a experimentar muy de cerca el amor de Dios, le enseña que nuestra dependencia no está en nosotros sino en las fuerzas de reposar y esperar en ÉL, Isaías 41:13.
Si este año querido facilitador, te has sentido retado, (personal o ministerialmente), alégrate, porque ten por seguro que Dios ha estado y estará contigo cada día (Mateo 28: 20), no has estado solo o sola, has cumplido con la voluntad de Dios, has sufrido al saber que otros no quieren avanzar, pero también has celebrado, al comprobar que Dios ha transformado vidas a través de ti, ¡qué acto más glorioso!, el que Dios nos haya escogido para transformar vidas en su Nombre. Y en este tiempo en que quizás te sientes cansado, puedes mirar atrás y decir: ¡LO LOGRAMOS SEÑOR!
Querido facilitador, ¡que instrumento valioso eres!, Dios te hace favorable para llevar a cabo una gran comisión, no desmayes.
Damos gracias al Señor de los cielos, por habernos escogido por su misericordia al ser parte de la familia de facilitadores de Satura Colombia. En todo y por todo: Gracias.
Berenise Luna Suárez
Satura Colombia
Cartagena, Bolívar