Estamos cerca de iniciar un nuevo calendario, y es necesario por estos días hacer un alto en nuestro camino, y descansar en el espíritu, teniendo como base la preciosa Palabra de Dios, “El Señor llevará a cabo los planes que tiene para mi vida, pues tu fiel amor, oh Señor, permanece para siempre. No me abandones, porque tú me creaste” (Sal.138:8). Debemos vivir cada día del 2018 conforme a los planes del Señor y no a los nuestros. Con optimismo y bondad, llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz. Cerrar nuestros oídos a toda falsedad y nuestros labios a palabras mentirosas, egoístas o hirientes. Abrir todo nuestro ser a todo lo que es bueno, que nuestro espíritu se llene de fortaleza para compartir con quienes necesitan tanto de Dios.
Teniendo fe, aceptándolos designios de Dios aunque no entendamos; dando, cuando no tenemos, cuando nosotros mismos necesitamos; creyendo aun cuando sea más fácil recurrir a la duda; guiando nuestra vida no con la vista sino con el espíritu; levantándonos si caemos; arriesgando todo a cambio del sueño de Dios; confiando no solamente en Dios sino también en las personas; y, buscar lo imposible…
Si tuviéramos la capacidad de ver el fin desde el principio tal como Él lo ve, entonces podríamos saber por qué a veces conduce nuestra vida por sendas extrañas y contrarias a nuestra razón y a nuestros deseos.
Carlos Yomayusa Monroy
Satura Bogota