SATURA LIBERTAD – Nuestro YO secreto

 

Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después… Dijo Jesús.  Una de las tretas que emplea el enemigo con el fin de paralizarnos y de impedir que sirvamos eficazmente a Jesucristo es mediante la sugerencia que somos culpables de algún pecado desconocido o algún pecado secreto que aún no hayamos reconocido o peor aún confesado ante el Señor. Sabemos que nuestro carácter se refleja en lo que somos y hacemos cuando nadie nos ve. Por lo general, nos preocupa más lo que otros puedan ver… No nos molestan los pensamientos y acciones que tenemos cuando estamos solos y, sin embargo es en esos momentos donde se asoma nuestro verdadero carácter; es en ese el terreno que aprovecha el enemigo para debilitarnos en la batalla.  El enemigo sabe que en vez de descansar en la paz de Dios, regocijándonos en la limpieza y el perdón del pasado y del presente, nos dedicamos a la introspección, que es ni más ni menos una batalla con nosotros mismos. Y si llegamos a enfocarnos tanto en esto, tenderemos a olvidarnos de la batalla principal a la que fuimos llamados a enfrentar. Nuestro Padre Celestial quiere que reconozcamos que nuestra capacidad de pecar y de auto engañarnos con respecto al pecado es casi ilimitada. El profeta Jeremías señaló que el corazón es engañoso más que todas las cosas. Sin embargo debemos depender del Salvador que nos sigue salvando y que asume la responsabilidad de la limpieza de nuestros pecados, así Él nos libra de la ansiedad y de una constante preocupación con nosotros mismos. Podemos dirigir nuestros pensamientos al Señor Jesucristo que es la solución para todo problema de pecado, y hacerlo con esa confianza reposada que debe caracterizar a un hijo de Dios.

Mejor dicho, no le demos papaya al diablo, por cada mirada dirigida a nuestro interior en busca de solucionar algún problemita con un pecado por ahí secreto, demos diez miradas a Jesucristo, pues Él sabía muy bien cómo éramos cuando en la cruz nos redimió, y aún ahora cuando nos ha llamado a esta grandiosa Misión. Dios nos llama a ir tal cual somos, sin otro recurso que la sangre derramada por el Señor Jesús a nuestro favor. Satura Naciones, formado por hombres y mujeres que oyeron el Mensaje, lo comprendieron, y están respondiendo a la orden de hacer discípulos que adoren, proclamen y sirvan a su país en cada comunidad donde se encuentren… Es en eso es que debemos poner toda nuestra atención, en nada más.

Carlos Yomayusa Monroy

Satura Colombia

Bogotá