El que quiera ser líder entre ustedes deberá servir… dijo Jesús. Aquí está pues, el distintivo cristiano: el guiar o dirigir no es ponerse por encima de los demás en prestigio o poder. Es servir, es ponerse bajo la carga de las necesidades humanas y llevarla de una manera sacrificial y redentora. O sea, la grandeza no es la distinción, sino la humildad; no es la excelencia, sino la fidelidad; no es la autoridad, sino la obediencia; no es ser servido, sino servir… Jesús reveló este distintivo muy bien, Él reunió un grupo de personas ordinarias dentro de la cotidianidad de la vida. No eran de peso o influencia en materia de religión, ni se destacaban por sus ideas o ideales, ni personas notables ni de acción. Evidentemente eran personas de buen sentido, de carácter intachable, con sus mentes abiertas y dispuestas a aprender. Personas que creyeron que las pretensiones de Cristo estaban bien fundadas y se hicieron sus discípulos. Así pues, se empaparon de su espíritu, aprendieron su mensaje, comprendieron Su misión redentora y observaron e imitaron Su Método. Lo habían abandonado todo para consagrar todo su tiempo a este discipulado de parte del Señor. Así somos en Satura, auténticos líderes, a la manera de Jesús…
Carlos Yomayusa Monroy
Satura Colombia
Bogotá.