Satura Naciones

Llegar a otros lugares seguramente nos puede producir muchas emociones y/o preocupaciones.

Una de las  preocupaciones más comunes es el temor a lo desconocido, quizás una expectativa de lo que vamos a encontrar y que al llegar no sea lo que esperábamos  por lo difícil de la integración al entorno o interacción con las personas. 

Mi país está lleno de muchas culturas, difieren entre sí desde la forma de hacer un tinto (café oscuro), diferentes acentos, diferentes climas y los diferentes y bellos matices de nuestros tonos de piel. Sí, mi país es un país de muchas culturas.

Pero  algo especial ocurre con las diferentes etnias (naciones), tribus o grupos que están asentadas en diferentes regiones, todo es tan distintamente hermoso y muchas veces novedoso para los que vivimos en grandes o pequeñas ciudades.  Llegar a una cultura diferente a la nuestra es un desafío, un reto que puede producir miedos por la falta de conocimiento o acercamiento, pero realmente el miedo es solo es eso: Temor a lo desconocido, permitirnos  ahondar en ella (la nueva cultura), nos ayudará a ver qué hay más cosas en común de lo que pensamos. 

Abrirnos a nuevas culturas nos va a ayudar  contar a otros de la existencia del DIOS NO CONOCIDO, con nuestra amabilidad podemos llegar a ser luz y ser sal, ser parte de algo más grande que nosotros: El reino de Dios, que nos invita a ir a todo lugar, a otras naciones partiendo desde mi hogar y el hogar de mi vecino, a otros barrios, veredas, ciudades, grupos nativos. Y algo en lo que fallamos regularmente es con estos Grupos, debido a que creemos que sí los demás no son iguales a nosotros o no piensan igual a nosotros, entonces tendré que satanizarlos y aquí amigos y hermanos es donde ocurre el meollo del problema; encontrar a otros seres humanos con un pensamiento crítico diferente no debe darnos miedo, si su concepción de la creación, su cosmovisión, sus costumbres, su fe, son diferentes a las nuestras no hay que temer, sólo permítase abrir la puerta que ya Jesús desbloqueó en la cruz, regale una sonrisa, (no sabe cuánta rudeza puede ser quebrantada con una amable sonrisa), siembre la Palabra con dulzura en los corazones, créalo están afligidos y abiertos para recibir la semilla,  el Espíritu Santo limpia y transforma las vidas, usted solo sea obediente: vaya, mire con misericordia, ame como Jesús ama, atienda y escuché desde el corazón, busque a los que están lejos y cuide los rebaños del Señor.

Esta es nuestra profesión de fe.

Lucas 10:1-3

Después, Jesús eligió a setenta y dos discípulos, y los envió en grupos de dos en dos a los pueblos y lugares por donde él iba a pasar. 2 Jesús les dijo:

Son muchos los que necesitan entrar en el reino de Dios, pero son muy pocos los que hay para anunciar las buenas noticias. Por eso, pídanle a Dios que envíe más seguidores míos, para que compartan las buenas noticias con toda esa gente. 

Berenise Luna

Facilitadora Satura Colombia en Cartagena